Pulgas.
Son ectoparásitos de animales de sangre caliente, aves y mamíferos, que se mueven entre sus pelos y plumas de los que chupan la sangre. No tienen alas, son de color oscuro y patas posteriores desarrolladas para saltar hasta 200 veces su tamaño.
Los adultos tienen un tamaño que oscila entre 1.5-4 mm y al picar producen prurito en la zona de la picadura debido al efecto irritante de su saliva. En Europa, se conocen unas 200 especies.
Hábitat y comportamiento:
- Las larvas no son parásitas y se alimentan de detritus.
- Las pulgas no mantienen una relación dependiente con el huésped ya que pueden pasar a otro o abandonarlo temporalmente para volver a parasitarlo en función de sus necesidades; pueden pasar largas temporadas sin alimentarse.
- Una misma especie de pulga puede ser hallada en varios mamíferos o aves, y a la inversa, un mismo huésped puede ser portador de varias especies de pulgas.
- Viven cerca de sus huéspedes (en el polvo, basura, alfombras, rendijas del suelo y paredes, etc.)
Ciclo vital:
La duración de las distintas fases del ciclo biológico completo de las pulgas es el siguiente:
- Huevo (forma ovoidal, lisos, grisáceos, 2.05 mm): 7 días
- Larva: (vermiforme, apoda, blanquecina, 1-2 mm): 15 días
- Pupa: (en el interior de un capullo): 8 días
- Adulto: 365 días
Las eclosiones masivas de las larvas se desencadenan por incrementos bruscos de temperatura y vibraciones.
IMPORTANCIA SANITARIA:
Picaduras
La ingesta de sangre de una pulga es pequeña; en infestaciones grandes, la cantidad de pulgas es elevada. Al ser esta ingesta muy repetida porque casi no la digieren, pueden provocar pérdidas de sangre significativas especialmente en animales jóvenes, produciendo anemia e incluso la muerte.
Presencia de pápulas rojizas en personas sensibles que producen picor que remite a los pocos días. En muchos animales se produce un fenómeno de desensibilización si las picaduras son continuadas, dejando de reaccionar a las mismas. Igual ocurre en personas con exposición continuada a las pulgas como ganaderos, pastores, etc., de forma que en la zona de picadura no se producen los típicos habones ni perciben el picor característico.
Presencia de heridas en animales por sus propias mordeduras, e incluso automutilaciones. Las heridas se contaminan con gérmenes, complicando su resolución.
Grandes infestaciones pueden provocar cambios en el comportamiento, estado de inquietud, pérdida de apetito, caquexia.
Las pulgas del perro, del gato y la del hombre, pueden picar en cualquier punto del cuerpo pero en otras especies tienen una marcada preferencia por picar por ejemplo en la cabeza, (y dentro de ésta, en las orejas) o en los párpados, como algunas especies del conejo, o en la zona perianal y genital. En el hombre las picaduras suelen encontrarse agrupadas en las zonas del cuerpo protegidas por la ropa, y la mayoría de las veces siguiendo zonas donde la ropa hace presión con la piel como en las goma de los calcetines, la cintura del pantalón, en la ropa interior o en la parte posterior de las piernas si estamos sentados o conduciendo.
Reacciones alérgicas
En la saliva de las pulgas se encuentra un hapteno (antígeno incompleto), que se combina con el colágeno de la piel formando un alérgeno completo responsable de un fenómeno de hipersensibilidad. En perros y también en gatos hay algunos individuos donde no se produce esa desensibilización a los alérgenos de la saliva, y les ocasiona una reacción de hipersensibilidad muy desarrollada con lesiones, sobre todo en la región dorsal y sacrolumbar, y en la parte inferior del abdomen incluso en la cara interna de las patas con un prurito intenso, producción de un exudado seroso con formación de costras y heridas con contaminación bacteriana por rascado del animal. Es la denominada “dermatitis alérgica a la picadura de las pulgas” (DAPP), una de las principales causas de dermatitis en el perro; para provocar esta reacción hace falta haber estado expuesto a las picaduras de las pulgas; una vez el animal sensibilizado, basta una sola picadura para provocar la reacción de hipersensibilidad. En el gato existe otra reacción normalmente menos exagerada que se denomina “dermatitis miliar del gato”.
Transmisión de enfermedades:
Desde el punto de vista sanitario, son de interés la pulga de hombre (pulex irritans) de 2-3 mm, que se puede encontrar en otros animales como el cerdo, perro, gato, zorro, ratón, etc., las pulgas de la rata (Xenopsylla cheopis y Ceratophyllus fasciatus), transmisoras del bacilo de la peste (Yersinia o Pasteurella pestis) más ocasionamente por la pulga del perro (Ctenocephalides canis) y la pulga del gato (Ctenocephalides felis). Estas pulgas se diferencian entre sí por la presencia o ausencia de unos órganos quitinosos (peines) que están situados en la parte posterior del protórax (peine torácico) o en la parte anterior de la cabeza (peine cefálico).
El tifus endémico o murino, causado por la Rickettsia mooseri, también es transmitido por varias especies de pulgas (Xenopsylla cheopis y Ceratophyllus fasciatus), y eventualmente por C. canis y C. felis.
La pulga del hombre y del perro sirven de huéspedes intermediarios a una tenia del perro (Diplydium caninum), que también puede ser encontrado en la especie humana. La pulga de la rata (Ceratophyllus fasciatus) es el huésped intermediario de una tenia de los roedores (Hymenolepis diminuta), parásito accidental del hombre.
Otra pulga interesante en el ámbito veterinario es la del conejo (Spilolopsyllus cuniculi), que actúa como vector de la enfermedad denominada mixomatosis.