Desratizacion.
Entre las especies de vertebrados aclimatadas al entorno urbano y de interés dentro de las denominadas plagas urbanas destacan Rattus Norvegicus o rata de alcantarilla, rattus rattus o rata de los techos, y mus musculus o ratón casero. Son las de mayor distribución mundial, de ecología periurbana, casi cosmopolitas.
La señal más obvia de presencia de roedores es la visualización de los individuos vivos y/o muertos. Los roedores tienen hábitos nocturnos y rara vez suelen verse, excepto en el caso de infestaciones elevadas.
Los ruidos, pueden aportar pistas sobre su presencia y localización (ruidos de carreras, mordisqueos, arañazos, especialmente en falsos techos y dobles paredes).
Las heces son uno de los mejores indicadores de presencia. Si son de consistencia blanda, brillo y aspecto húmedo, suelen ser recientes. Pasados unos días, según las condiciones de temperatura y humedad se vuelven secos y duros. Su cantidad, nos da idea del grado de infestación. Su cantidad, nos da idea del tamaño de la población.
Hay zonas en las que podemos observar manchas oscuras de los roces producidos por sus cuerpos sucios o grasientos.
Otro signo de presencia son las huellas de las patas (cuatro dedos en la parte delantera y cinco en la trasera), y cola, nidos, manchas de orina, materiales roidos, pelos y olor característico, especialmente en locales poco ventilados.
Los métodos y técnicas de control los concebimos desde dos aspectos diferentes y complementarios:
- Desratización pasiva, adoptando medidas que impidan la entrada, anidamiento/proliferación de roedores, como mallas en huecos de ventilación, burletes bajo puertas, tapones ciegos en tuberías o conducciones abiertas, aislamiento general de las edificaciones, etc.
- Desratización activa, por medio de métodos normalmente físicos, mecánicos y/o químicos.
La eficacia de cada una de las medidas comentadas no es la misma, y dependiendo de cada caso particular deberá adoptarse una medida específica, o varias en conjunto.